Aunque cada vez se demanda más estética, la ortodoncia convencional con brackets metálicos ha sido, durante muchos años, el sistema de ortodoncia más utilizado y también el más conocido. Es cierto que los pacientes cada vez están más informados y muchas veces, cuando llegan a la clínica, demandan un tipo de tratamiento específico (como ya comentábamos en este artículo sobre el marketing de contenidos en el sector dental). Pero finalmente, eres tú, como especialista, el que, a pesar de escuchar y entender sus distintas motivaciones, tienes que elegir el tratamiento que mejor vaya a solucionar sus maloclusiones y que mejor se adapte a su caso.
Como sabes, existen varios tipos de brackets y cada uno tiene unas características distintas que hacen que se adapte mejor a un tipo de tratamiento. Hoy vamos a hablar de los brackets metálicos.
¿Cuándo es recomendable utilizar brackets metálicos?
La característica principal de los brackets metálicos es que están fabricados en acero inoxidable. Pero ¿en qué casos son recomendables?
– Si el paciente no está muy interesado en la estética. Por ejemplo, en niños o adolescentes, o incluso en adultos a los que, que sea un bracket más o menos transparente, no les supone un problema.
– Si tu paciente es un niño, aparte de que no estará tan interesado en la estética, necesitará que sea un bracket con una alta durabilidad. Los metálicos son sin duda los más duraderos, ya que son prácticamente irrompibles y necesitan muy poco mantenimiento.
– Un paciente preocupado por el precio preferirá utilizar los brackets metálicos, ya que estos son claramente más económicos que los cerámicos o de zafiro.
– La rapidez en el tratamiento es otro factor clave al elegir brackets metálicos. En general, como son muy duraderos, se rompen y descementan menos por lo que las visitas a la clínica se reducen y los tratamientos se acortan. Si además de metálicos son autoligados de baja fricción se puede el acelerar el tratamiento en varias semanas.
– Por último, en pacientes que quieran mantener una higiene más sencilla, los brackets metálicos son más recomendables. Primero porque no amarillean ni pierden propiedades de color (lo que sí puede ocurrir en brackets cerámicos o de zafiro que no tienen mucha calidad). Además, son más fáciles de limpiar ya que los posibles restos de comida o suciedad son más visibles en piezas metálicas. Si, como decíamos antes, son autoligados metálicos, la higiene para el paciente es máxima, al no tener que utilizarse ligaduras.
Tipos de brackets metálicos
Bracket Precision
El bracket Precision destaca por su fabricación en una sola pieza y por una máxima adherencia al diente. Son unos brackets metálicos de gran calidad y se pueden encontrar en las técnicas Roth 018”, Roth 022” y MBT 022”. En Bracket 360 es el producto más vendido cada año, tanto por su excelente calidad como por su precio imbatible.
Bracket Micro Classic
El Micro Classic es un bracket metálico de alta tecnología. El cuerpo está fabricado en una pieza y soldado, con la precisión láser, a una base de malla también metálica. La unión es robusta y sin fundentes que debiliten la integridad del bracket. Su diseño, de tamaño reducido y redondeado al máximo, proporciona mayor discreción y un gran confort al paciente.
Autoligado metálico
El autoligado constituye la última tecnología en los tratamientos con aparatos dentales fijos. En esta técnica, la unión entre los brackets y el arco se realiza mediante un sistema de cierre incorporado al propio bracket, sin necesidad de elásticos o gomas, lo que reduce al mínimo la presión aplicada sobre el diente, proporcionando un movimiento rápido y cómodo.
En autoligados metálicos podemos encontrar:
– Autoligado Interactivo: Los brackets de autoligado interactivo presionan directamente al alambre y ejercen mayor fricción durante el deslizamiento mecánico. El de Bracket 360 está fabricado con tecnología MIM y es más pequeño que los brackets metálicos convencionales. Su clip de cierre es muy fácil de usar, y no necesita un instrumento especial para su apertura.
– Autoligado Pasivo: Con los brackets pasivos no se ejerce presión al alambre y por eso disminuye la fricción, lo que proporciona un movimiento rápido y cómodo. El de Bracket 360 ofrece un control rotacional y de torque de máxima confiabilidad en un menor número de visitas. Además, su contorno redondeado consigue una adaptación perfecta a la anatomía del diente mejorando la colaboración del paciente.
– Autoligado tapa NiTi: En Bracket 360 contamos con un sistema único en autoligados, el Bracket NiTi. Este bracket incorpora una tapa NiTi en lugar de policristalina o de acero de alta biocompatibilidad, diferente al cuerpo del bracket. Esta diferencia permite que el clínico, dependiendo de la sección del alambre que utilice en las distintas etapas del tratamiento, pueda “activar” la tapa con fuerzas más suaves que un activo normal, acompañando ésta al comportamiento del arco por ser de la misma composición, resultando así una activación de baja fricción.