Como ya hemos comentado anteriormente, hoy en día, dentro del mundo de la ortodoncia, existen diversas formas y mecánicas para tratar los casos en nuestro día a día y en nuestra practica clínica con los pacientes. A continuación , escribiré sobre las ventajas de los brackets autoligables y por qué elegirlos en los casos, pero sin dejar de lado que no siempre es la mejor elección ni siquiera la única que podemos tener, si no, que dentro de nuestro criterio, podemos elegir un sistema u otro, siempre y cuando beneficie al paciente, y a nosotros mismos como ortodoncistas.
Por tanto, a través de un caso visual mostraré por qué usé o elegí los brackets autoligables, y en este caso los brackets de autoligado pasivo de Bracket360, prescripción MBT 0,22”.
Cabe destacar que, cuando elegimos unos brackets u otros no solo debemos valorar la parte clínica, sino que nos debemos apoyar, por ejemplo, en la comodidad que nos ofrecen unos brackets con respecto a otros.
Por tanto, los brackets de autoligado pasivo de Bracket 360 tienen las siguientes ventajas que nos podrían hacer elegirlos frente a otros del mercado, sin olvidar la parte clínica. Esas ventajas serían:
1. Tamaño reducido.
2. Partes de los extremos redondeadas para así no dañar las partes blandas del paciente.
3. Marca en color para la correcta posición del bracket.
4. Hooks en caninos y premolares sin necesidad de colocar aditamentos auxiliares (Kobayashi).
5. Buena accesibilidad a la apertura de las tapas.
Por lo que, cuando elegimos unos brackets u otros, nos deberíamos de apoyar no solo en la parte clínica si no en las características técnicas que nos benefician en el tratamiento y por tanto que ofrecen comodidad al paciente.
Muestro el caso clínico de una paciente joven, que quería mejorar la estética de su boca.
Exploración extraoral: La paciente presenta una cara asimétrica , una mandíbula larga y una sonrisa
asimétrica con una línea de sonrisa baja. Competencia labial en reposo. Tercio inferior aumentado y patrón dolicofacial.
Exploración intraoral: dentición permanente joven, apiñamiento moderado-grave, clase II molar bilateral, clase II canina bilateral, línea media desviada y compresión de arcadas. Presenta ausencia de pieza 46 por tratamiento de conductos fracasado. Piezas 13 y 23 en posición alta.
Frente a estos casos en los que la paciente es joven, quiere mejorar el aspecto de su sonrisa y tampoco demandaba especialmente estética, yo me planteo qué brackets serían los que mejor pueden funcionar o cuáles por las características clínicas del paciente son los que mejor le irían.
Viendo la exploración extraoral e intraoral de la paciente ¿qué brackets le sugerimos? ¿Brackets metálicos convencionales o brackets autoligables metálicos? ¿El tiempo de tratamiento será el mismo? ¿Qué elección tomo?. En definidas cuentas, cada ortodoncista tiene su forma de tratar los casos y su forma de plantear el tratamiento al paciente, pero sí que es verdad que, objetivamente, hay sistemas de brackets o situaciones en los pacientes donde elegir una forma u otra de tratar los casos sería la ideal o por lo menos la más conveniente.
Aparatología: Se decidió en este caso aparatología Fija multibrackets autoligables pasivo, con prescripción MBT 0,22”. Los que se usarían serían arcos superelásticos de sección redonda y rectangulares para la finalización .
Plan de tratamiento: Se planteó alinear y nivelar con arcos redondos y rectangulares para coordinar arcos dentarios. No extracciones. Uso de elásticos para corregir la clase II molar y canina. Terapéutica de stripping en arcada inferior para resolver apiñamiento si fuera necesario.
Así que volviendo a la pregunta que daba título a este artículo «Brackets autoligables: ¿por qué elegirlos?». Hoy en día , bajo mi experiencia, los brackets autoligables son una muy buena elección en los casos de pacientes jóvenes y adultos, donde el apiñamiento de sus piezas esté entre 80-90% , donde la higiene del paciente no sea todo lo buena que desearíamos y cuando existiese compresión de arcadas por falta de desarrollo maxilar. Creo que cuando existiesen estas cuatro premisas o alguna de ellas, decantarnos por los brackets autoligables sería la opción ideal. Esto no deja desterrados a los brackets convencionales , ya que no nos olvidemos, que sin ellos, cualquiera de los sistemas de ortodoncia de hoy en día no hubiesen existido.
* La doctora Eva Bustillo es licenciada en Odontología y Máster Especialista Europeo en Ortodoncia (Universidad Alfonso X). Está además especializada en Ortodoncia Quirúrgica por el hospital Ramón y Cajal de Madrid. www.ortodonciadrabustillo.com/