Al comienzo de la crisis sanitaria del COVID-19 y cuando casi no se podían encontrar mascarillas en nuestro país, desde Bracket360 trabajamos duro para conseguir importar las mascarillas FFP2 para la protección de personal sanitario. El mercado internacional estaba saturado de solicitudes y nos fue complicado dar con un proveedor serio, certificado y de confianza.
Tiramos de todas las agendas y contactos que nos ha dado la experiencia como importadores, pero también tuvimos la suerte de encontrar más personas que, como nosotros, sentían la responsabilidad de poner sus herramientas a disposición de todos. Estuvimos a punto de tirar la toalla después de valorar distintos fabricantes, algunos de ellos con certificados no válidos, sin stock, con pedidos mínimos inalcanzables para una empresa pequeña… Finalmente conseguimos contactar con la empresa adecuada que nos aportaba confianza y fiabilidad. Contaba con mascarillas FFP2 de la calidad y certificación que buscábamos y con stock disponible, así que realizamos el pedido y comenzamos a buscar todas las posibilidades de transporte aéreo, otro mercado saturado.
Fronteras que se cerraban, unidas a una elevada demanda afectó también a la frecuencia de los aviones y a su precio, y pasaron dos largas semanas hasta que conseguimos que nuestro pedido llegase a Madrid. Después, la aduana, el control exhaustivo y el pago de aranceles, y por último, los repartos puerta a puerta descontrolados… nos retrasamos en la entrega de varias mascarillas que ya se necesitaban en las clínicas dentales para la atención de urgencias y sabíamos que los hospitales seguían desabastecidos. En cuanto entraron por la puerta de nuestra sede en Plaza Castilla, miles de pedidos salieron ese mismo día y los siguientes. Muchos clientes nos llamaron aliviados al recibirlas y nos contaron sus historias, llenándonos de emoción.
Por las circunstancias de alta demanda, tanto la compra como el transporte de las mascarillas FFP2 fue muy costoso en ese momento y nosotros solos no podíamos hacer frente a los gastos. Así decidimos lanzar la campaña el 1 de abril de 2020 y hacer un llamamiento a la colaboración de todos. Contar con el apoyo del sector dental y de nuestros clientes fue vital. Así, por un lado, un porcentaje del importe de las mascarillas que adquirían los profesionales lo dedicábamos a ese fin. Por otro lado, cientos de personas que no eran personal sanitario las adquirieron simplemente para que pudiéramos donarlas íntegramente al hospital de campaña de IFEMA, donde eran extremadamente necesarias. Estas “mascarillas solidarias” se compraban a través de la web y las enviábamos directamente a los profesionales.
El largo recorrido hasta poder entregar las mascarillas FFP2
Una vez se cerró IFEMA, las entregamos directamente a cirujanos y médicos que trabajan en hospitales de Madrid, ya que debido a las polémicas que comenzaron a rodear el desamparo que habían sufrido los sanitarios, los procesos de donación se complicaron y fueron los propios sanitarios quienes nos pidieron discreción.
Para nosotros, este proceso ha sido muy duro, no lo vamos a negar, pero a la vez muy enriquecedor. Hemos puesto muchos de nuestros valores como empresa en toda la operación y nos sentimos orgullosos de haber aportado nuestro granito de arena durante estos momentos tan complicados. Desde nuestra fundación en 2011 nuestro objetivo siempre ha sido incorporar al mercado productos con alta competitividad en calidad y precio, creando una plataforma de compra online y ofreciendo una experiencia de usuario cómoda, intuitiva y rápida, trabajando siempre por y para el profesional de la ortodoncia.
Por eso, cuando comprobamos que las mascarillas iban a jugar un papel fundamental en el control del COVID-19 y que eran fundamentales para proteger a nuestros profesionales, decidimos embarcarnos en la complicada operación de conseguirlas, costara lo que costase.
Hoy ya hemos cumplido el objetivo de donaciones de mascarillas que nos propusimos. Aun así, seguimos teniendo un stock muy amplio, porque existe peligro de rebrote y sigue siendo importante no bajar la guardia para evitar nuevos contagios y estar preparados para que el sistema sanitario no vuelva a colapsar. Las mascarillas en este sentido son esenciales, y concretamente las mascarillas FFP2 son las que necesitan el personal sanitario, ya que filtran todo lo que llega a ellas protegiéndoles en más de un 92%.
En Bracket360 estamos seguros de que, si seguimos unidos, acabaremos antes o después con esta pandemia. Mientras tanto, cuidémonos y cuidemos a los demás. Gracias de corazón a todos los de una forma u otra habéis participado en esta campaña.