Estamos seguros de que, en la actualidad, un porcentaje muy grande de tus pacientes te solicitan alineadores cuando les planteas las opciones para un tratamiento de ortodoncia pero, en algunas ocasiones, como sabes, los brackets son la única solución para tratamientos complejos que requieren extracciones o rotaciones y apiñamientos severos. Pero, ¿cuál es la mejor forma para comunicar a tus pacientes la idoneidad de un tratamiento por el , en principio, que no están demasiado por la labor?
¿En qué casos no se puede utilizar ortodoncia con alineadores?
Aunque pueda parecer que las posibilidades de los tratamientos dentales con alineadores invisibles son limitadas, lo cierto es que se considera un sistema adecuado para un 85% – 90% de los pacientes. No existe una causa específica y concreta para no poder realizar este tipo de ortodoncia, pero, en algunos casos se aconseja usar otro tratamiento, debido a la combinación de una serie de variables, y esta decisión será siempre el ortodoncista quien mejor la pueda tomar.
Aun así, sabemos que existen casos en los que la ortodoncia invisible no es una opción:
– Los alineadores están recomendados para casos leves y moderados de apiñamiento de dientes, pero no para rotaciones de dientes severas, movimientos o desplazamientos múltiples.
– Si el paciente tiene enfermedad en la articulación temporomandibular (ATM) una ortodoncia con alineadores puede agravar los problemas derivados de esta enfermedad.
– El precio es mucho mayor que el de los brackets, por lo que habrá pacientes que no puedan costearse un tratamiento con alineadores.
– Los niños no son buenos pacientes de alineadores, y estos sufren muchas pérdidas, roturas, olvidos… por lo que el tratamiento se ralentiza.
Brackets o alineadores: la clave es la experiencia del paciente
Como hemos visto, muchos pacientes adultos y adolescentes demandan un tratamiento estético con alineadores cuando llegan a la clínica dental. Pero una de las preguntas más escuchadas en el gabinete de un ortodoncista es «¿cuánto tiempo va a durar el tratamiento? seguida de ¿»cuánto me va a costar? «. Pues bien, la respuesta a estas preguntas puede ser muy favorable a los brackets convencionales en los casos en los que no sea posible la ortodoncia con alineadores. ¿Cómo comunicarlo a tu paciente?
- Precio: el precio de los alineadores suele ser significativamente mayor que el de los brackets, sobre todo si no son casos leves. No hablamos por supuesto de los tratamientos con alineadores a distancia que se publicitan en la actualidad, contra los que ya han advertido 31 organizaciones dentales de nuestro país y de Europa y que, aunque son muy baratos, están generando numerosos problemas en los pacientes. Pero, en general, un tratamiento con alineadores será más costoso que con brackets, por lo que este aspecto puede favorecer mucho la aceptación de este tratamiento en pacientes que no lo tenían contemplado.
- Estética: los alineadores son hoy la opción más estética, pero la evolución de los brackets cerámicos y de zafiro ha conseguido que estos sean también casi imperceptibles. Por ejemplo, el cerámico Bracket 360 tiene una cuidada composición que conserva perfectamente su color todo el tratamiento. Siguiendo las indicaciones del ortodoncista los brackets mantienen correctamente su color y, por lo tanto, la función estética. Pero sin lugar a dudas el bracket zafiro es el bracket más discreto, ya que, al ser transparente en lugar de blanquecino, se camufla con cualquier coloración natural del diente. A media distancia no se ve y de cerca solo se puede percibir ligeramente.
- Tiempo de tratamiento: se ha demostrado que el tiempo de tratamiento de los alineadores es mayor que el de los brackets, sobre todo si son casos moderados o graves. Por eso, si tu paciente está preocupado por la duración, éste factor puede ser determinante.
- Niños: Como hemos comentado antes, el tratamiento con alineadores, por su propia naturaleza, se vuelve más complicado en niños. La responsabilidad que tienen que tener para llevarlos al menos 22 horas diarias puede ser demasiado para un niño que está jugando y aprendiendo todo el día. Es recomendable hacer mucho hincapié en este aspecto, sobre todo a los padres, que pueden ver cómo el tratamiento de sus hijos se alarga por el simple hecho de no haberles colocado brackets. Además, estos son mucho más resistentes, lo que también es recomendable cuando se trata de niños.