Los brackets de autoligado han surgido con fuerza en las últimas dos décadas y cada vez más están siendo solicitados por parte de ortodoncistas y pacientes. Su baja fricción es un factor primordial que permite tratamientos más efectivos, dando lugar a un menor tiempo de sillón, visitas más cortas y espaciadas en el tiempo y por lo tanto tratamientos más cortos. En el presente artículo se describen las posibles ventajas que pueden brindar los brackets de Autoligado Pasivo 360 sobre las aparatologías convencionales a propósito de un caso clínico.
Los brackets de autoligado se dividen en dos tipos principales de acuerdo al mecanismo de cierre de sus tapas: activos y pasivos. Las brackets de autoligado activo tienen un resorte de cierre que presiona el arco al fondo de la ranura del bracket para tener mayor control de los movimientos de rotación y torque. En cambio, los brackets de autoligado pasivo tienen un mecanismo que no invade la ranura, están diseñado de tal manera que tienen una tapa de cierre deslizable, y por lo tanto no ejerce ninguna fuerza activa sobre los arcos.
A los brackets de autoligado se les han atribuido muchas ventajas con respecto a los brackets convencionales. Las principales ventajas de estos brackets son las de generar una menor fricción entre los arcos y las brackets, dando lugar a un alineamiento y nivelado de las piezas denatarias en un menor tiempo con respecto a los brackets tradicionales. También por la menor fricción se considera que pueden lograr una expansión mayor de los arcos con menos proinclinación de incisivos, debido a que en la fase de alineación el arco se desliza fácilmente hacia atrás y, por lo tanto, facilita la resolución de ciertos apiñamientos en ocasiones sin la necesidad de extracciones. Otras ventajas que se le atribuyen es la de ser más eficientes en tiempo de sillón, lo que incluye citas más cortas, más distanciadas y menos tiempo total de tratamiento. La mayor comodidad para el paciente repercute en la facilidad para una mejor higiene oral con mayor cooperación y aceptación. Aún así, independientemente de la aparatología que se decida utilizar durante los tratamientos de ortodoncia, siempre es necesario realizar un buen diagnóstico y un plan de tratamiento bien estructurado.
Las propiedades buscadas en todos los casos se resumen en:
– Seguros y resistentes.
– Baja fricción en la interfaz arco-bracket.
– Fácil y rápido de usar.
– Acceso a mayor fricción cuando el caso lo requiera.
– Fácil higiene.
– Confort.
Se muestra la evolución de un caso clínico con el bracket Autoligado Pasivo 360 de Bracket 360 con prescripción MBT, en combinación con arcos superelásticos de sección redonda, en los cuales se apreció una importante evolución del apiñamiento en 3 meses de tratamiento.
Caso clínico con brackets de autoligado pasivo
Paciente femenina de 22 años y 6 meses de edad. Se presenta a la consulta con el motivo de “quiero tener los dientes rectos”. Sin reseñas en historial médico. Sin alergias. No toma medicación.
Exploración intraoral: dentición permanente, ausencia de 46, apiñamiento moderado-grave, clase II molar bilateral, clase II canina bilateral, caninos en posición alta, sobremordida aumentada y compresión arcadas dentarias.
Plan de tratamiento: se planteó alinear y nivelar con arcos redondos y rectangulares para coordinar arcos dentarios. No extracciones. Uso de elásticos para corregir la clase II molar y canina. Terapéutica de stripping si hiciese falta para resolver apiñamiento remanente.
Aparatología: aparatología fija multibrackets de Autoligado Pasivo 360 metálico, con prescripción MBT 0,22”. Arcos superelásticos de sección redonda y cuadrada. Se opta por esta tecnología debido a:
– Baja fricción, siendo más efectivo la resolución del apiñamiento que presentaba la paciente en las primeras fases del tratamiento.
– Fuerzas más biológicas gracias al diseño de los brackets de Autoligado Pasivo 360 y del uso de arcos superelásticos, evitando así las ligaduras elásticas tradicionales .
– Menos tiempo de sillón, debido a la fácil remoción y colocación de los arcos superelásticos a través de la fácil apertura y cierre de la tapa en los bracket de Autoligado Pasivo 360.
– Mayor confort, el diseño del bracket de Autoligado Pasivo 360 ofrece más comodidad al paciente.
Evolución del Tratamiento:
En la primera cita se cementaron los brackets de Autoligado Pasivo 360 (MBT 0,22”) en la arcada superior e inferior, incluidos los 1º molares permanentes, a excepción de la pieza 46, ya que la paciente no la presentaba. Se colocaron arcos superelásticos de sección redonda 0,14 Niti en las dos arcadas con stops para la inmovilización del arco.
A los 3 meses de tratamiento, la paciente acude a su revisión donde se observa un alineado y nivelado casi del 90% de las piezas , resolviéndose el apiñamiento. No se realizó stripping (desgaste interproximal ) para poder hacer espacio para la alineación. En esta cita se observa claramente cómo las piezas dentarias involucradas en el apiñamiento se encuentran alineadas en su lugar y como las piezas 13 y 23 que estaban en una posición alta se intruyeron.
Protocolos de tratamiento con brackets de Autoligado Pasivo 360
Las cuatro fases son:
– Fase inicial. Se utilizan arcos redondos de cobre níquel-titanio que quedan libres en la ranura, del bracket lo que permite que los dientes se deslicen a lo largo del arco con mínima fricción. Comienza el movimiento dental, la nivelación, la alineación ,el control de las rotaciones, y se establece la forma del arco. En esta fase es importante recalcar que se incluye la desarticulación de la mordida con los topes oclusales que facilitan en gran parte el movimiento de los dientes durante la alineación y nivelación.
– Segunda fase. En esta fase continúa desarrollándose la forma del arco, acaba la nivelación y el control rotacional y empieza a trabajarse el torque y las angulaciones radiculares con arcos rectangulares, que deben dejarse actuar el tiempo necesario.
– Tercera fase o fase mecánica principal. De la secuencia de arcos es la fase de trabajo. Incluye el cierre de espacios posteriores, la corrección dental anteroposterior y el ajuste de las discrepancias bucolinguales. Se utilizan arcos de aleación de titanio y molibdeno de baja fricción y acero inoxidable para mantener el control vertical y bucolingual.
– Fase de finalización y detallado. Cuando se requieren ajustes y un mínimo de torsión, el arco de trabajo puede ser el arco de finalización. Cuando se requieren dobleces y/o torsión moderada, se recomienda utilizar un arco de aleación de titanio y molibdeno de baja fricción. Este suave arco facilita la finalización del tratamiento para el paciente y para el ortodoncista, pues permite un adecuado detallado y acople que serán importantes en la fase de retención para la estabilidad del tratamiento.
* La doctora Eva Bustillo es licenciada en Odontología y Máster Especialista Europeo en Ortodoncia (Universidad Alfonso X). Está además especializada en Ortodoncia Quirúrgica por el hospital Ramón y Cajal de Madrid. www.ortodonciadrabustillo.com